ARTÍCULOS ESPECIALIZADOS
'Educación desde y con la gente': El nuevo libro del Dr. César Picón
Imaginen un tipo de educación que no viene "de arriba hacia abajo", sino que se construye junto con las comunidades, escuchando lo que la gente realmente necesita aprender. Eso es exactamente lo que propone el Dr. César Picón Espinoza en su libro "Educación con Personas Jóvenes y Adultas, EPJA, desde abajo, con posicionamiento transformador" (2025, 306 páginas), recogiendo más de 60 años de experiencia en el campo.
¿De qué se trata esta propuesta?
- Educación desde la base: En lugar de imponer contenidos, Picón sugiere que la educación debe ser un diálogo entre lo que ya saben las comunidades y los nuevos conocimientos. Es como tejer una sabiduría colectiva.
- Educación que sirve para la vida real: No se trata solo de aprender a leer y escribir, sino de conectar la educación con temas que realmente importan: cómo enfrentar la migración, crear economías solidarias, cuidar el medio ambiente y participar como ciudadanos.
- Formar educadores con vocación: Picón insiste en que necesitamos maestros que aprendan reflexionando sobre su práctica y que tengan un genuino compromiso social, no solo que repitan teorías.
- Crear sistemas que funcionen: Propone organizar mejor la educación de adultos con leyes que la protejan, consejos donde participen las comunidades y financiamiento seguro.
- Educación para migrantes: Plantea programas flexibles que ayuden a las personas migrantes a validar sus estudios y adaptarse a nuevos contextos.
- Alfabetización con sentido: La lectura y escritura deben ser herramientas para entender y transformar la realidad, no solo para descifrar textos.
- La esperanza en acción: Retomando a Paulo Freire, Picón nos recuerda que la esperanza no es solo esperar, sino trabajar activamente por el cambio a través de la educación.
¿Cómo lograrlo?
- Uniendo esfuerzos: gobierno, comunidades, sector privado y universidades trabajando juntos
- Formando líderes educativos en cada territorio
- Compartiendo las experiencias que sí están funcionando
- Creando redes de colaboración entre países
Este libro muestra una ruta práctica para quienes creen que la educación puede cambiar vidas y transformar comunidades. Lo más valioso es que el Dr. Picón no solo presenta teorías, sino que comparte lo aprendido durante toda una vida dedicada a la educación de jóvenes y adultos. Si te interesa una educación más humana, conectada con la realidad y con poder transformador, esta lectura te va a inspirar y dar herramientas concretas para tu trabajo educativo.
Nos muestra que la educación de jóvenes y adultos, cuando se hace desde y con la gente, puede ser una poderosa herramienta para construir sociedades más justas e inclusivas.
(Dinno Zaghi- Noviembre, 2025)
La Alfabetización Territorial: Un Camino hacia la Inclusión y el Desarrollo
En el marco del Día Internacional de la Alfabetización, celebrado cada 8 de septiembre, es esencial reflexionar sobre cómo los modelos educativos pueden adaptarse para responder a las realidades complejas de las comunidades más vulnerables. Tradicionalmente, los programas de alfabetización a nivel nacional han logrado avances significativos en la reducción del analfabetismo. Sin embargo, llega un punto en el que estos esfuerzos encuentran límites, ya que las estrategias generalizadas no siempre logran conectar con las necesidades específicas de las poblaciones rezagadas, especialmente en zonas rurales, indígenas o en contextos de alta marginación. Es aquí donde los modelos territoriales emergen como una alternativa eficaz, al incorporar no solo la enseñanza de la lectoescritura, sino también proyectos productivos y formación para oficios, creando así un impacto integral en las vidas de las personas.
Los modelos territoriales parten de un principio fundamental: la educación debe ser contextualizada. A diferencia de los programas nacionales, que suelen aplicar un mismo esquema para todos, estos enfoques reconocen las particularidades culturales, lingüísticas y socioeconómicas de cada región. En Guatemala, por ejemplo, el Modelo Territorial de Alfabetización y Educación de Jóvenes y Adultos, impulsado por el Comité Nacional de Alfabetización (CONALFA) en coordinación con DVV International, busca demostrar cómo la adaptación curricular y metodológica puede marcar la diferencia. Este modelo no solo incluye materiales en lenguas indígenas como el k'iche', mam o chuj, sino que también busca vincular el aprendizaje con las actividades cotidianas de las comunidades, desde la agricultura hasta las artesanías, asegurando que los contenidos sean relevantes y prácticos.
Uno de los pilares de este enfoque es su integralidad. No se trata únicamente de enseñar a leer y escribir, sino de desarrollar competencias que permitan a las personas mejorar sus condiciones de vida. Por ejemplo, en las regiones fronterizas de Guatemala y México, donde la migración y la pobreza son desafíos constantes, el modelo integra proyectos productivos como huertos familiares o talleres de capacitación técnica. Esto no solo motiva la participación en los procesos de alfabetización, sino que también fortalece la economía local y reduce la dependencia de las remesas. Además, al involucrar a líderes comunitarios, autoridades indígenas y organizaciones locales, se crea un ecosistema de apoyo que garantiza la sostenibilidad de las iniciativas.
La alfabetización, en este sentido, trasciende lo educativo para convertirse en una herramienta de transformación social. Cuando las personas acceden a la educación en su propio idioma y con contenidos adaptados a su realidad, no solo adquieren habilidades básicas, sino también la confianza para participar activamente en la vida pública. Esto es especialmente relevante en comunidades indígenas, donde históricamente el acceso a la educación ha estado marcado por barreras lingüísticas y culturales. Los modelos territoriales, al ser interculturales, no solo respetan estas identidades, sino que las fortalecen, demostrando que la educación puede ser un puente hacia la inclusión y no un instrumento de homogenización.
Para cerrar, es importante destacar que la alfabetización territorial no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar un desarrollo más justo y equitativo. Al vincular el aprendizaje con proyectos productivos, al considerar las voces de las comunidades y al adaptarse a sus contextos, estos modelos no solo reducen el analfabetismo, sino que también construyen sociedades más resilientes. En un mundo donde las desigualdades persisten, la educación contextualizada se convierte en un acto de dignidad, permitiendo que cada persona, sin importar su origen o condición, tenga la oportunidad de escribir su propio futuro.
(Dinno Zaghi- Septiembre, 2025)
La co-construcción educativa en los programas EPJA: Un camino hacia la pertinencia y el respeto cultural
Los programas de Educación para Personas Jóvenes y Adultas (EPJA) han avanzado en metodologías que buscan ser más flexibles e inclusivas, como el reconocimiento de experiencias previas, horarios adaptables o el uso de tecnologías digitales. Sin embargo, más allá de las técnicas pedagógicas, su verdadero éxito depende de algo más profundo: la capacidad de co-construir con las comunidades y beneficiarios, no desde una posición de superioridad, sino desde un diálogo genuino que valore sus saberes y contextos.
Este desafío va más allá de evitar una actitud paternalista; implica también cuestionar la descalificación implícita de aquellos conocimientos que no provienen de marcos académicos o institucionales. Con frecuencia, se asume que los métodos comunitarios, las formas de aprendizaje ancestral o incluso las estrategias que los adultos han desarrollado por necesidad carecen de sustento teórico y, por lo tanto, deben sustituirse por modelos "validados". Esta mirada reproduce una jerarquía del saber, sino que ignora que esos conocimientos se han construido, probado y perfeccionado en el tiempo, en contextos donde su eficacia ha sido fundamental para la supervivencia y la adaptación.
Cuando un programa educativo llega a una comunidad con soluciones prefabricadas, sin considerar estas lógicas locales, no solo impone un modelo ajeno, sino que también invisibiliza formas de conocimiento que podrían enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por eso, la co-construcción debe ser más que un gesto de participación: tiene que significar el reconocimiento activo de que los saberes comunitarios no son complementos folclóricos, sino bases legítimas para una educación verdaderamente pertinente. Solo así los programas EPJA dejarán de ser herramientas de homogenización para convertirse en espacios donde el diálogo de saberes—y no su imposición—genere desarrollo auténtico.
Un segundo punto clave para el éxito de los programas EPJA es que la valoración de las culturas y condiciones de vida no puede ser un gesto simbólico. Hablar de "enfoque multicultural" suele quedarse en añadir contenidos folclóricos al currículum, sin cuestionar jerarquías implícitas. Un programa realmente intercultural permitiría que las lenguas originarias fueran vehículos de aprendizaje (no solo temas de estudio), o que los saberes locales sobre agricultura, medicina u organización social se integren como base para proyectos educativos. Esto requiere humildad pedagógica: entender que el conocimiento académico no es superior, sino complementario.
Los programas EPJA solo ayudarán realmente al desarrollo individual y comunitario si parten de una premisa simple: nadie aprende desde el vacío. Los jóvenes y adultos llegan con historias, habilidades y demandas concretas. Construir con ellos —y no para ellos— no solo enriquece los programas, sino que desafía las relaciones de poder tradicionales en la educación. Cuando una clase de matemáticas se enseña a partir del cálculo que ya usan los comerciantes informales, o cuando un taller de lectoescritura recupera las narrativas orales de los abuelos, la educación deja de ser un instrumento de imposición y se convierte en un espacio de encuentro y desarrollo.
(Dinno Zaghi - Agosto, 2025)
Marcos Legales de Guatemala: Herramientas para una Educación Intercultural y Bilingüe en la EPJA
Guatemala se distingue por su riqueza multiétnica, multicultural y multilingüe, con 25 idiomas reconocidos oficialmente, incluyendo 22 lenguas mayas, xinka, garífuna y español. Este contexto plantea desafíos y oportunidades únicas para el sistema educativo, especialmente en la Educación para Personas Jóvenes y Adultas (EPJA). Los marcos legales guatemaltecos proporcionan un sólido fundamento para desarrollar programas educativos que reconozcan y valoren esta diversidad. Sin embargo, el reto consiste en transformar estas disposiciones legales en prácticas educativas concretas que impacten positivamente en las comunidades.
Fundamentos Legales para la Educación Intercultural Bilingüe
El marco jurídico guatemalteco establece bases sólidas para la educación intercultural bilingüe, especialmente relevante para la EPJA. La Constitución Política (Art. 72) reconoce la educación como medio para promover el conocimiento de la cultura nacional y universal, mientras que el Artículo 76 exige enseñanza bilingüe en zonas indígenas y descentralización educativa.
La Ley de Idiomas Nacionales (Decreto 19-2003) profundiza este enfoque: garantiza el uso de las lenguas mayas, garífuna y xinka en todos los ámbitos (Art. 8) y obliga al sistema educativo a respetar y promover estos idiomas (Art. 13). Complementariamente, la Ley de Desarrollo Social (Art. 27) enfatiza que la educación debe partir de la cosmovisión propia de las comunidades, un principio clave para la pertinencia cultural en la EPJA.
Los Acuerdos de Paz, a través del Decreto 52-2005, refuerzan estos mandatos al vincularlos con los derechos indígenas. Finalmente, el Acuerdo Gubernativo 22-2004 establece una política lingüística clara: priorizar la lengua materna como base del aprendizaje, seguida de otro idioma nacional y luego uno extranjero. Juntos, estos instrumentos no solo reconocen la diversidad, sino que exigen su integración efectiva en el sistema educativo.
Desafíos y Oportunidades en la EPJA
En la construcción de una educación intercultural y bilingüe en la EPJA, es necesario, además de contar con un marco legal que apoye, lograr traducirlo en acciones concretas. Uno de los principales retos es garantizar la pertinencia cultural y lingüística en los programas educativos. Esto implica desarrollar currículos que integren los conocimientos comunitarios como contenido fundamental, empleen metodologías socioculturalmente relevantes y promuevan materiales didácticos en lenguas originarias con temáticas locales. Un ejemplo de esto es la experiencia de la DIGEEX, donde miembros de las comunidades participan como facilitadores de aprendizajes significativos, aplicando metodologías propias basadas en un enfoque sociocultural.
Otro aspecto crucial es la formación docente intercultural. Las leyes exigen educadores capacitados no solo en la enseñanza bilingüe, sino también en enfoques pedagógicos que valoren la diversidad. Esto incluye el desarrollo de competencias interculturales, el uso de metodologías activas vinculadas al contexto comunitario y el dominio de estrategias para la enseñanza en lenguas indígenas. Sin embargo, aún persiste el desafío de superar un enfoque meramente simbólico, avanzando hacia una formación docente que realmente integre la interculturalidad en la práctica educativa.
La descentralización curricular, establecida en el Acuerdo Gubernativo 22-2004, representa una oportunidad clave para la EPJA. Este modelo organiza el currículo en tres niveles—nacional, regional y local—permitiendo que los programas educativos se adapten a las realidades étnicas, lingüísticas y culturales de cada contexto. En el caso de la educación para jóvenes y adultos, esta flexibilidad es fundamental para diseñar propuestas que respondan a sus necesidades laborales, comunitarias y de vida.
Además, los marcos legales, en línea con instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la OIT, enfatizan la participación comunitaria y el enfoque de derechos. Esto significa que las comunidades deben ser actores centrales en el diseño de los programas educativos, reconociendo sus saberes tradicionales y entendiendo la educación como un derecho y no solo como un servicio. Un ejemplo de este enfoque es la Política 9 del Ministerio de Educación (MINEDUC), que promueve una educación extraescolar "intercultural, inclusiva, flexible y de calidad", con una participación de los diversos contextos socioculturales.
Para que estos principios no queden en el papel, es necesario implementar acciones estratégicas. Entre ellas, destacan la sistematización de experiencias exitosas, el acompañamiento y monitoreo continuo de los programas, y la asignación de un presupuesto adecuado para la elaboración de materiales en lenguas originarias, la formación docente y la investigación educativa. Asimismo, se requiere innovación metodológica, incorporando enfoques como el aprendizaje basado en la oralidad, el uso de tecnologías accesibles en idiomas indígenas y metodologías que vinculen educación y producción. Finalmente, la articulación interinstitucional entre entidades como la DIGEEX, la DIGEBI, el CONALFA, los ministerios y las organizaciones indígenas es clave para asegurar una implementación coherente y sostenible.
En conclusión, los avances normativos son un paso fundamental, pero su verdadero valor radica en cómo se materializan en prácticas educativas transformadoras. Solo mediante una aplicación participativa, contextualizada y sistemática se podrá construir una EPJA que honre la diversidad cultural y lingüística de Guatemala, contribuyendo a una sociedad más equitativa e inclusiva.
(Dinno Zaghi -Julio, 2025)
La importancia de las habilidades socioemocionales en la EPJA
El desarrollo de habilidades socioemocionales en los jóvenes es un tema de creciente relevancia en el ámbito educativo, especialmente en contextos donde las desigualdades sociales y económicas impactan directamente en el bienestar emocional y el desempeño académico de los estudiantes.
Las pruebas PISA y la Encuesta sobre Habilidades Sociales y Emocionales (SSES) de la OCDE han arrojado luz sobre la situación de los adolescentes en América Latina, revelando una crisis en el aprendizaje y un deterioro en sus habilidades socioemocionales. Estos hallazgos son especialmente preocupantes para los programas de Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA), donde los participantes enfrentan desafíos únicos que requieren un enfoque integral que no solo aborde las competencias académicas, sino también las emocionales y sociales.
Las habilidades socioemocionales se refieren a la capacidad de los individuos para manejar emociones, establecer relaciones positivas, tomar decisiones responsables y enfrentar desafíos de manera efectiva. Estas habilidades son fundamentales para el éxito en la vida, ya que influyen en el rendimiento académico, la empleabilidad, la salud mental y la capacidad de contribuir positivamente a la sociedad.
Según la SSES 2023, las habilidades socioemocionales se agrupan en cinco dominios clave:
1. Regulación emocional: resistencia al estrés, optimismo y control emocional.
2. Desempeño de tareas: autocontrol, persistencia, responsabilidad y motivación al logro.
3. Relacionarse con los demás: asertividad, sociabilidad y energía.
4. Colaboración: empatía y confianza.
5. Apertura mental: curiosidad, creatividad y tolerancia.
Estas habilidades no solo son importantes para el éxito académico, sino que también son cruciales para la vida adulta, especialmente en contextos de vulnerabilidad donde los jóvenes y adultos enfrentan desafíos adicionales, como la pobreza, la exclusión social y la falta de oportunidades.
Los resultados de la SSES 2023 muestran que los adolescentes en América Latina están experimentando un deterioro en sus habilidades socioemocionales, especialmente en áreas como la apertura mental (curiosidad, creatividad y tolerancia) y el optimismo. Además, se observan brechas significativas entre géneros y niveles socioeconómicos, lo que sugiere que las desigualdades sociales están exacerbando estos desafíos.
1. Deterioro global de las habilidades socioemocionales: La pandemia de COVID-19 y la inestabilidad económica han tenido un impacto negativo en el desarrollo socioemocional de los jóvenes. En ciudades de Latinoamérica se observó una caída significativa en las habilidades socioemocionales entre 2019 y 2023, especialmente en las niñas, quienes reportaron menores niveles de control emocional, energía y optimismo.
2. Brechas de género: En América Latina, las niñas de 15 años reportan niveles más bajos de habilidades de regulación emocional y sociabilidad en comparación con los niños. Estas brechas son más pronunciadas en la región que en otros lugares del mundo.
3. Desigualdades socioeconómicas: Los estudiantes más pobres tienden a tener niveles más bajos de habilidades socioemocionales, aunque las brechas varían según el país. En Chile, por ejemplo, las diferencias entre los estudiantes más ricos y los más pobres son significativas, mientras que en Perú las brechas son menos pronunciadas.
Los programas de Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA) tienen un papel crucial en el desarrollo de habilidades socioemocionales, especialmente en contextos donde los participantes han enfrentado interrupciones en su educación formal o han experimentado situaciones de vulnerabilidad. Dado que muchos jóvenes y adultos en estos programas han abandonado la escuela antes de completar su educación básica, es esencial que los programas EPJA no solo se centren en la adquisición de conocimientos académicos, sino también en el fortalecimiento de habilidades socioemocionales que les permitan enfrentar los desafíos de la vida adulta.
Acciones a considerar en los Programas EPJA
1. Integración de habilidades socioemocionales en el currículo: Los programas EPJA deben incorporar actividades y contenidos que fomenten el desarrollo de habilidades socioemocionales. Esto puede incluir talleres sobre manejo del estrés, resolución de conflictos, empatía y trabajo en equipo. Por ejemplo, en Colombia, el programa "Emociones para la Vida" ha integrado estas habilidades en el currículo escolar con resultados positivos.
2. Formación docente en habilidades socioemocionales: Los educadores en los programas EPJA deben recibir capacitación en cómo fomentar y apoyar el desarrollo socioemocional de sus estudiantes. Esto incluye estrategias para crear un ambiente de aprendizaje seguro y de apoyo, donde los estudiantes se sientan valorados y capaces de expresar sus emociones.
3. Enfoque en la equidad de género: Dado que las brechas de género en habilidades socioemocionales son más pronunciadas en América Latina, los programas EPJA deben prestar especial atención a las necesidades de las mujeres jóvenes, quienes a menudo enfrentan mayores desafíos en términos de autoestima, control emocional y sociabilidad. Esto puede incluir talleres específicos para mujeres sobre liderazgo, autoconfianza y manejo del estrés.
4. Programas extracurriculares y comunitarios: Los programas EPJA pueden colaborar con organizaciones comunitarias para ofrecer actividades extracurriculares que fomenten el desarrollo socioemocional. Por ejemplo, programas deportivos, artísticos o de voluntariado pueden ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades como la colaboración, la empatía y la resiliencia.
5. Evaluación y seguimiento de habilidades socioemocionales: Es importante que los programas EPJA incluyan mecanismos para evaluar y monitorear el desarrollo de habilidades socioemocionales en sus estudiantes. Esto puede ayudar a identificar áreas de mejora y ajustar las estrategias de enseñanza según las necesidades de los participantes.
6. Apoyo psicológico y emocional: Muchos jóvenes y adultos en los programas EPJA pueden enfrentar desafíos emocionales y psicológicos debido a situaciones de pobreza, violencia o exclusión social. Por lo tanto, es esencial que los programas ofrezcan acceso a servicios de apoyo psicológico y emocional, ya sea a través de consejeros escolares o colaboraciones con organizaciones de salud mental.
En resumen, el desarrollo de habilidades socioemocionales es fundamental para el éxito académico, laboral y personal de los jóvenes y adultos, especialmente en contextos de vulnerabilidad.
Los programas EPJA tienen la oportunidad de abordar estas necesidades de manera integral, no solo proporcionando educación académica, sino también fortaleciendo las habilidades emocionales y sociales que permitirán a los participantes enfrentar los desafíos de la vida adulta. Al integrar estrategias específicas para fomentar estas habilidades, los programas EPJA pueden contribuir significativamente a mejorar el bienestar y las oportunidades de vida de sus participantes.
Referencias:
OCDE (2023): Encuesta sobre Habilidades Sociales y Emocionales (SSES).
Banco Mundial (2023): El impacto de la pandemia en el aprendizaje y el bienestar emocional de los jóvenes.
Programa "Emociones para la Vida" (Colombia) Disponible en: https://www.educacionbogota.edu.co/portal_institucional/transparencia/emociones-para-la-vida
Artículo El "PISA" 2023 de habilidades socioemocionales: ¿Cómo están los adolescentes en América Latina? Elaborado por Victoria Levin y Noël Muller.
(Dinno Zaghi -Noviembre, 2024)
Día Mundial de la Alfabetización
Cada 8 de septiembre, el mundo se une en conmemoración del Día Internacional de la Alfabetización, una fecha que subraya la trascendental importancia de la educación y la capacidad de lectura y escritura en la vida de las personas. Aunque actualmente estas habilidades pueden parecer algo dado por sentado, hay que recordar que el acceso a la alfabetización no es una realidad para muchas personas. La alfabetización se ha constituido en un logro histórico y social que ha transformado sociedades enteras.
La alfabetización va más allá de conocer las letras del alfabeto y unir palabras para formar oraciones. Es la llave que abre las puertas del conocimiento, la autoexpresión y la participación plena en la sociedad. Cuando alguien es alfabetizado, se le provee de las herramientas necesarias para comprender el mundo que lo rodea, comunicarse eficazmente, tomar decisiones informadas y buscar oportunidades de crecimiento personal y profesional.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad es la desigualdad en el acceso a la educación y la alfabetización. Las personas que carecen de estas competencias a menudo quedan marginadas y atrapadas en un ciclo de pobreza y desventaja. La alfabetización no solo impulsa el desarrollo individual, sino que también contribuye al progreso económico y social de las naciones. Los países con altas tasas de alfabetización tienden a tener talento humano más capacitado y una ciudadanía más comprometida.
Hoy, la alfabetización se ha extendido al ámbito digital. La tecnología ha redefinido la forma en que nos comunicamos y accedemos a la información. Ser digitalmente alfabetizado se ha constituido como esencial para aprovechar al máximo las oportunidades del mundo en línea. Desde buscar empleo hasta aprender nuevas habilidades y participar en el debate público, la alfabetización digital se ha convertido en un requisito básico para la participación activa en la sociedad contemporánea.
La celebración del Día Mundial de la Alfabetización no solo reconoce los logros en este campo, sino que también resalta la necesidad continua de abordar las disparidades en la alfabetización en todo el mundo. Gobiernos, organizaciones no gubernamentales, educadores y comunidades deben unir fuerzas para garantizar que cada individuo, sin importar su origen o circunstancias, tenga acceso a una educación de calidad que lo capacite para una vida mejor.
Es por todo lo mencionado anteriormente, DVV International se une a la conmemoración del día mundial de la alfabetización, y hace un llamado a promover acciones puntuales para erradicar el analfabetismo en el mundo. Invertir en educación y alfabetización es invertir en un futuro más prometedor y equitativo para todos.
(Dinno Zaghi -Septiembre, 2024)
Agenda 2030: ¿Se alcanzarán las metas planteadas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?
El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos, como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada objetivo definió metas específicas que deben alcanzarse, y que requieren que cada actor haga su parte: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y personas como usted.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados hasta la fecha, todavía hay muchos desafíos por enfrentar para lograr el cumplimiento de las metas. Entre los principales desafíos se encuentran:
1) Financiamiento: se necesitan recursos financieros significativos, especialmente en los países más pobres y menos desarrollados, para llevar a a cabo los proyectos de desarrollo sostenible.
2) Desigualdades y exclusión: No se ha logrado garantizar que todas las personas, independientemente de su origen, tengan acceso a los recursos y servicios necesarios para una vida digna.
3) Cambio climático: la lucha contra el cambio climático es un factor crítico. Se requieren esfuerzos significativos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos del cambio climático.
4) Tecnología e innovación: Es necesario impulsar el desarrollo y la implementación de tecnologías sostenibles que sean accesibles y asequibles para todos.
5) Cooperación internacional: Se necesitan esfuerzos para fortalecer la cooperación entre los países y garantizar que todos los países tengan acceso a los recursos y la tecnología necesarios para el desarrollo sostenible.
Pero, con estos retos pendientes, ¿Será posible cumplir con las metas establecidas para 2030? La respuesta es compleja y difícil; hay que fortalecer las iniciativas iniciadas y, sobre todo, buscar estrategias puntuales. Una de estas estrategias se centra en la educación de personas jóvenes y adultas (EPJA).
La EPJA es un factor clave para promover la igualdad, el crecimiento económico sostenible, la erradicación de la pobreza, la reducción de la desigualdad, la protección del medio ambiente y la construcción de sociedades más justas y equitativas.
La EPJA brinda oportunidades de aprendizaje a personas que no han tenido acceso a la educación formal o que han abandonado la escuela temprano, y contribuye a garantizar que este derecho se cumpla para todas las personas, independientemente de su edad, género, origen étnico, situación económica o situación geográfica.
La EPJA es fundamental para abordar los desafíos globales que enfrenta el mundo en la actualidad, como la pobreza, la desigualdad y el cambio climático. A través de la educación, las personas pueden adquirir las habilidades y conocimientos necesarios para participar plenamente en la vida económica, política y social de sus comunidades, y contribuir a la construcción de sociedades más sostenibles y justas.
La EPJA también es importante para el desarrollo económico sostenible, ya que puede aumentar la productividad y la innovación, mejorar la calidad de vida de las personas y reducir la pobreza. La educación es un factor clave para la formación de capital humano, que es un recurso valioso para el crecimiento económico y la prosperidad.
En conclusión, apostar por la EPJA como estrategia para lograr las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es fundamental porque con ello garantizamos el derecho a la educación para todas las personas, abordamos los desafíos globales que enfrenta el mundo y promovemos el desarrollo económico sostenible, parte de las tareas pendientes.
(Dinno Zaghi- Febrero, 2024)
Currículum GlobALE: Promoviendo el aprendizaje a lo largo de la vida
El Currículum GlobALE de DVV International es un marco de referencia para la educación de adultos que tiene como objetivo apoyar la alfabetización y la educación básica de personas jóvenes y adultas. Este currículo es importante por varias razones:
1. Aborda las necesidades de aprendizaje de los adultos: El Currículum GlobALE se centra en las necesidades y los intereses de los adultos, y está diseñado para ser relevante para su vida diaria y sus experiencias. Esto lo hace más efectivo que otros enfoques que se centran en las necesidades de los niños.
2. Promueve el aprendizaje a lo largo de toda la vida: El Currículum GlobALE fomenta la idea de que el aprendizaje no termina en la escuela, sino que es una actividad que puede continuar durante toda la vida. Esto es especialmente importante en un mundo que cambia rápidamente, donde las personas deben seguir aprendiendo para mantenerse actualizadas y adaptarse a las nuevas realidades.
3. Es adaptable a diferentes contextos: El Currículum GlobALE puede ser adaptado a diferentes contextos culturales y sociales. Esto significa que puede ser utilizado en una amplia gama de situaciones, desde zonas rurales hasta áreas urbanas, y en diferentes países y regiones.
4. Tiene una perspectiva global: El Currículum GlobALE tiene una perspectiva global y reconoce la diversidad cultural y lingüística del mundo. Esto significa que está diseñado para ser relevante en cualquier parte del mundo y para promover el respeto y la comprensión entre culturas.
(Dinno Zaghi - Noviembre, 2023)
EPJA y Educación Extraescolar en Guatemala
La EPJA (Educación de Personas Jóvenes y Adultas) y la educación extraescolar son fundamentales en Guatemala debido a varias razones:
1. Acceso a la educación: La EPJA y la educación extraescolar brindan oportunidades educativas a personas jóvenes y adultas que no pudieron acceder a la educación en su niñez o adolescencia debido a diversos motivos, como la pobreza, la falta de acceso geográfico, la discriminación, entre otros.
2. Mejora de la calidad de vida: La educación permite a las personas adquirir habilidades y conocimientos que les ayudan a mejorar su calidad de vida, tanto en el plano personal como laboral. Al obtener una educación, las personas pueden acceder a mejores trabajos y tener un salario más elevado, lo que les permite mejorar su situación económica.
3. Reducción de la pobreza y la desigualdad: La educación es una herramienta efectiva para reducir la pobreza y la desigualdad. Al proporcionar educación a personas que no tuvieron acceso en su infancia, se les brinda una oportunidad de igualdad en la vida y se les ayuda a salir de la pobreza.
4. Desarrollo económico: La educación es esencial para el desarrollo económico de un país. Al brindar educación a personas jóvenes y adultas, se les proporciona la oportunidad de adquirir habilidades y conocimientos que pueden ayudar a impulsar la economía.
En resumen, la EPJA y la educación extraescolar son de gran importancia en Guatemala debido a que brindan oportunidades educativas a personas que no tuvieron acceso en su niñez o adolescencia, ayudan a mejorar la calidad de vida, reducen la pobreza y la desigualdad, y son esenciales para el desarrollo económico del país.
(Dinno Zaghi - Octubre, 2023)