En el marco del fortalecimiento de la educación técnica agropecuaria en Guatemala, se desarrolló un proceso formativo dirigido a los técnicos docentes de las Escuelas Técnicas de Campo para la Alimentación Escolar (ETCAE). Esta iniciativa, ejecutada con el apoyo de DVV International y en estrecha coordinación con la Subdirección de Educación para el Trabajo y la Cultura de la Dirección General de Educación Extraescolar (DIGEEX), se diseñó para potenciar las capacidades pedagógicas y técnicas de los formadores, orientándolas al trabajo y al emprendimiento.
La actividad se estructuró en varias fases estratégicas, iniciando con una experiencia vivencial en la Escuela Nacional Central de Agricultura (ENCA) en Bárcenas, Villa Nueva. Allí, 38 técnicos de diversas regiones del país conocieron de primera mano infraestructuras productivas de vanguardia, tecnologías israelíes del proyecto MASHAV y metodologías innovadoras aplicables en sus territorios. Esta fase no solo permitió una actualización técnica, sino también el intercambio de experiencias y la generación de herramientas pedagógicas concretas como micro planes de formación y guías prácticas de campo.
Posteriormente, la formación se trasladó al terreno, con un encuentro técnico en Nebaj, Quiché. A pesar de los desafíos logísticos, 27 formadores, representantes de instituciones aliadas y municipalidades, analizaron los avances y retos del modelo ETCAE. Durante visitas a las sedes de San Juan Cotzal y Nebaj, se identificaron oportunidades de diversificación productiva, se diagnosticaron necesidades de infraestructura y, sobre todo, se cocrearon propuestas para mejorar la participación de los agricultores locales en el Programa de Alimentación Escolar, enfatizando en la formalización, el emprendimiento y la sostenibilidad.
Este proceso integral refleja el compromiso con una educación extraescolar pertinente y de calidad. La colaboración entre DVV International y la DIGEEX, como brazo operativo del Viceministerio de Educación Extraescolar y Alternativo, confirma su papel fundamental para impulsar iniciativas que transforman realidades. Al fortalecer las competencias de los formadores, no solo se mejora la enseñanza técnica agropecuaria, sino que se promueve directamente la seguridad alimentaria, el desarrollo económico local y el emprendimiento de miles de productores guatemaltecos, sembrando así las bases para un futuro más próspero y sostenible.