Tejiendo alianzas para fortalecer la Educación de Jóvenes y Adultos en el occidente de Guatemala

Con el propósito de intercambiar experiencias sobre la construcción de alianzas y redes de cooperación, el pasado 27 de noviembre, en el departamento de San Marcos, se llevó a cabo un encuentro de actores clave en la formación para jóvenes y adultos en situación de extra-edad en los municipios de Cuilco (Huehuetenango), Olintepeque (Quetzaltenango), San Pablo y Tacaná (San Marcos).

La actividad, diseñada y desarrollada por la Fundación Tierra Nuestra, contraparte local de DVV International, reunió a 16 representantes (10 mujeres y 6 hombres), quienes dirigen Centros de Formación Extraescolar (CEEX) y un Centro Municipal de Capacitación y Formación Técnica. El evento contó con la participación estratégica del Centro Universitario de Occidente (CUNOC) de la Universidad de San Carlos, a través de la carrera de Gestión Ambiental Local.

Durante la reunión, se revisó la génesis de estos centros educativos, surgidos como respuesta a la demanda formativa de una población joven y adulta que había quedado fuera del sistema regular. Entre los desafíos compartidos, se destacó la falta de infraestructura propia, obstáculo que se ha superado mediante la gestión de espacios con autoridades municipales y en edificios públicos o privados.

Las exposiciones evidenciaron que la búsqueda constante de alianzas ha sido fundamental para impartir formación técnica ocupacional de calidad, logrando la participación de municipalidades, la iniciativa privada, organizaciones no gubernamentales y la cooperación internacional, con un rol significativo de DVV International.

El encuentro fue enriquecido con los testimonios de egresadas, cuyas historias personales dan cuenta del impacto transformador de estas oportunidades educativas.

Yennifer Zuriano, egresada del CEEX de San Pablo y ahora integrante de la Mesa Técnica Educativa local, relató cómo inició sus estudios estando embarazada, valorando la flexibilidad del centro que le permitió asistir con su bebé. “Es mandarnos armados para la vida”, expresó al referirse a los cursos de repostería y pintura que ha recibido, descubriendo habilidades que no creía poseer. Su historia ejemplifica la resiliencia de estos centros, que, como mencionó, pasaron de cargar sus expedientes en mochilas a contar con un espacio físico, mientras se proyecta la lucha por un CEEX Regional.

Por su parte, Sofía, egresada del Centro Municipal de Olintepeque, compartió su experiencia de estudiar durante la pandemia. Actualmente, ha convertido su formación en un negocio propio, dedicándose al diseño y confección de trajes típicos. Realiza entregas semanales de entre 18 a 24 blusas a una tienda local, demostrando cómo la educación técnica se traduce en emprendimiento y autonomía económica.

Vilma, compañera de centro de Sofía, se formó como estilista en 2021. Destacó la importancia de la paciencia y la dedicación en su oficio, y gracias a los conocimientos adquiridos, no solo replicaba lo aprendido con sus conocidos durante su formación, sino que ahora cuenta con un local comercial establecido.

Como parte de los acuerdos del encuentro, se reconoció el rol clave de las autoridades municipales para la sostenibilidad de los centros y se comprometió a continuar fomentando esta relación. Asimismo, se presentó un plan de formación técnica ocupacional anual, diseñado por la Fundación Tierra Nuestra, que fue aprobado por unanimidad por los establecimientos participantes.

Se concluyó que estas actividades son vitales para fortalecer las acciones de la EPJA. Al facilitar el acceso a la educación técnica y al bachillerato, no solo se ejerce un derecho humano fundamental, sino que se impulsa el desarrollo personal y se generan herramientas concretas para el emprendimiento y la productividad, contribuyendo de manera directa al desarrollo económico y social local. La sinergia entre instituciones, ejemplificada en este intercambio, consolida una proyección holística que permite ver a la EPJA como un pilar para el progreso de las comunidades.